domingo, 14 de abril de 2013

Orden y patria



   Los perros de la calle no caminan junto a los estudiantes en las marchas porque sí no más, o solamente por mojarse y jugar con el “agua” que tiran los guanacos. Ellos los acompañan en el trayecto que todos los días deben caminar para encontrarse con los libros y el aprendizaje, pero también con la injusticia, con la rabia y la desigualdad. Ellos ven cómo en cada manifestación los carabineros se exceden solo un poco y cada vez más a la hora de “controlar” a los secundarios y universitarios. Ellos son conscientes de lo que pasa y no se hacen los tontos. Por eso los perros de la calle les ladran a las fuerzas especiales, y arrancan de ellos. Y se ofenden cuando los comparan con los políticos.
   En cierta marcha, o en todas tal vez, una perra fue testigo de golpes, patadas, insultos. Una pastor alemán que huyó de los entrenamientos, y que ahora veía cómo sus ex compañeros atacaban piernas, chalecos y mochilas de estudiantes. Fugitiva, clandestina. Nunca infiltrada, eso jamás, ya no trabajaba para ellos. Ella corría de un lado a otro, les decía en su lenguaje a los carabineros que pararan. De pronto, fue reconocida por uno de los funcionarios. Lo vio venir, y luego vio cómo la tomaban por sus patas y se la llevaban por la fuerza, quitándole su libertad, convirtiéndola en una de ellos, alejándola de los perros de la calle.
   Mientras la arrastraban, recordaba vagamente unos versos que había oído meses atrás. No podía entender cómo ellos podían decir ser del débil el protector.

(trabajo de lenguaje, intertextualidad. 28 de agosto de 2012)

PD: http://www.youtube.com/watch?v=jNu_GiWgvHc La sinceridad del cosmos - Ases Falsos. La encontré justo  después de escribir esto, y calzó tan, pero tan bien... escúchenla.