yo tomé una cuerda y me la amarré al cuello
la dejé ahí, para que cuando me moviera, me ahogara
yo me estoy matando.
rompí lo que era casi lo único que me quedaba
y ahora no se puede pegar
yo me puse un cuchillo en la garganta
para que cada vez que intentara cantar, me desgarrara el alma
yo me estoy matando
no soporto saber que me quieres olvidar
-y más encima alego, si soy muy fresca yo wn-
yo me estoy matando y no puedo hacer nada para vivir.
Breve historia de una Flor
ResponderEliminarClara, frágil, bella
de suaves pétalos
improvisa un baile con la brisa del atardecer
jolgorio de un verano claro
pero el sol se esconde
y comienza a caer, hundida en la hierba
sus raíces se recogen como su rabia, sin ser capaz de hacerlas salir
se deshidrata, y deja marcas en su cuello
su espeso tallo cede rendido ante su propio peso
caen gotas que se deslizan por sus nervaduras hasta despedirse en su ápice
es la primera vez que sufre asi
y decide caer rendida
mas al mirar sus suspiros tendidos en el suelo agreste
estos reflejan su propia luz
y se da cuenta que puede dar vida.
El viejo la ve y sonríe,
ya conocía su fortaleza
si sigues escribiendo tan lindo no voy a poder alejarme de ti...
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